{"id":1452,"date":"2017-02-10T19:03:19","date_gmt":"2017-02-10T19:03:19","guid":{"rendered":"http:\/\/www.escueladerestauracion.es\/?p=1452"},"modified":"2017-02-13T16:20:54","modified_gmt":"2017-02-13T16:20:54","slug":"el-abanico-de-las-1000-caras","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.escueladerestauracion.es\/?p=1452","title":{"rendered":"El Abanico de las 1000 caras."},"content":{"rendered":"

\"ventall<\/p>\n

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\"ventall<\/p>\n

Esta vez, nos ha llegado una de esas piezas que sorprenden tanto por su variedad mat\u00e9rica, delicadeza de ejecuci\u00f3n como por su finura y encanto. Se trata de un abanico canton\u00e9s del S.XIX de las \u00abmil caras\u00bb (el m\u00e1s exportado de la ciudad de Cant\u00f3n, al sur de China, en esa \u00e9poca). Con el fin de poder atender a la demanda, abaratan costes utilizando materiales como hueso, madera o papel impreso.<\/p>\n

Es un abanico del tipo plegable, de medidas 50 cm ancho x 27,8 cm alto cuando se encuentra abierto. Las varillas presentan una longitud de 28 cm y los ribetes tienen 2,5 cm de anchura y 12 cm de longitud. Presenta doble pa\u00eds de papel. El varillaje es de 13 varillas de hueso calados a m\u00e1quina con sencillas decoraciones y dos guardas con una alma de esta\u00f1o. El clavillo es de cobre y est\u00e1 remachado. Presenta la misma decoraci\u00f3n tanto al anverso como en el reverso, personajes cortesanos, \u00a0de colores vivos, inscritos en una arquitectura de terrazas sencilla rodeada de paisaje. Los personajes presentan unas vestimentas hechas de aplicaciones de tejido de seda encolados y los rostros sobre aplicaciones de marfil pintadas con gran detalle. Rodeando la figuraci\u00f3n hay un marco ornamental con motivos vegetales y carpas representan s\u00edmbolos budistas y tao\u00edstas de la buena suerte y abundancia.<\/p>\n

\"Detalle\"<\/p>\n

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En general se encuentra en buen estado de conservaci\u00f3n aunque presenta algunas degradaciones graves como rasgados y p\u00e9rdidas en el papel del pa\u00eds a causa de la fricci\u00f3n con las fuentes desencoladas. Mediante el examen de luz rasante se observan los pliegues naturales del abanico y se determina que los ribetes intermedios han perdido su apresto, a consecuencia de su manipulaci\u00f3n a lo largo del tiempo, as\u00ed como los rasgados de la parte superior de los ribetes, evidenciados con el examen de luz transmitida. El examen con luz Ultravioleta demuestra que no hay a\u00f1adidos (repintes, barnices, etc.) pero que las varillas centrales\u00a0 han debilitado los ribetes a los que soporta, intuy\u00e9ndose su volumen a trav\u00e9s del papel. Por \u00faltimo el an\u00e1lisis de microscopia \u00f3ptica de una muestra del tejido de los trajes de los personajes ha determinado que se trata de seda y confirma que las varillas son de hueso.<\/p>\n

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\"detall\u00a0 Detalle del pa\u00eds desencolado.<\/p>\n

\"detall<\/p>\n

Detalle de varilla partida que ha ocasionado rotura del papel del pa\u00eds.<\/p>\n

\"detall<\/p>\n

Desgastes y roturas.<\/p>\n

\"DSC08057\"<\/p>\n

Detalle de lsa caras de marfil adheridas y de los tejidos de seda<\/p>\n

en los ropajes adheridos vistos con luz rasante.<\/p>\n

\"DSC08046\"<\/p>\n

Detalle del hueso de las varillas.<\/p>\n

\"DSC08066\"<\/p>\n

Muestra de hilo de seda a 100X<\/p>\n

El abanico, debe relacionarse necesariamente al fen\u00f3meno del Japonismo en Europa. A mediados de siglo XIX, Jap\u00f3n abre fronteras permitiendo un intercambio comercial con otras naciones, lo que propici\u00f3 el conocimiento y difusi\u00f3n del arte nip\u00f3n en Europa, donde tuvo una fuerte repercusi\u00f3n en las vanguardias que all\u00ed se estaban desarrollando, expandi\u00e9ndose al resto de las artes. Incluy\u00e9ndose en este fen\u00f3meno, cualquier referencia iconogr\u00e1fica o est\u00e9tica proveniente de cualquier lugar del Oriente asi\u00e1tico.<\/p>\n

Las exposiciones de Londres 1862 o Par\u00eds de 1867 ser\u00edan grandes difusores de este arte y el gusto y estilismo japon\u00e9s que termin\u00f3 contagiando la obra de grandes artistas europeos coet\u00e1neos como Vincent Van Gogh o Henri de Toulouse-Lautrec. Este gusto por el arte nip\u00f3n tambi\u00e9n encontr\u00f3 su expresi\u00f3n en objetos de lujo de uso cotidiano que la clase burguesa aprestaba a coleccionar. El principal epicentro de Japonismo fue Par\u00eds y se extendi\u00f3 por todo el continente europeo llegando a Espa\u00f1a a finales del siglo XIX.<\/p>\n

Cabe destacar Barcelona como principal motor de Japonismo consecuencia de su apertura hacia Europa, de su importante industria gr\u00e1fica modernista as\u00ed como de la Exposici\u00f3n Universal de 1888 que dio una fuerte impulso a la promoci\u00f3n de la tendencias art\u00edsticas y culturales.As\u00ed, el abanico formar\u00eda parte del gran n\u00famero de piezas que se importaron en Europa, desde China y Jap\u00f3n durante la segunda mitad de siglo XIX, debido a la fiebre del coleccionismo burgu\u00e9s de objetos de gusto oriental.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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