El premio ha sido un bono de 16 horas del curso de restauración que ella escoja de toda nuestra oferta formativa.

¡¡MUCHAS FELICIDADES A LA GANADORA!!

Esperamos que hayáis disfrutado tanto como nosotras con el concurso y próximamente publicaremos más novedades!!

!!FELIZ 2021!!

EQUIPO ECORE

Crea un muñeco de nieve lo más original posible y preséntalo en la escuela antes del 21 de diciembre.

Presentando tu creación artística entrarás en el sorteo del día 22 de diciembre.

PREMIO DEL SORTEO: ¡LOTE DE NAVIDAD cedido por @decoraelsteussomnis

Después del sorteo, publicaremos todos los muñecos de nieve en el muro de nuestro instagram para que todo el mundo pueda empezar a votar por su favorito. ¡El 8 de Enero haremos recuento de votos y anunciaremos el ganador o ganadora del concurso!

PREMIO DEL CONCURSO:
¡BONO DE 4 CLASES DE RESTAURACIÓN!
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BASES :
– Medidas máximas: 15 cm.
– Plazo de entrega: 21 de diciembre
– El ganador del sorteo se anunciará el día 22 de diciembre.
– El ganador del concurso se anunciará el 8 de Enero, tras el recuento de votos.

Tenemos muchas ganas de ver vuestras creaciones ¡Animaros y participad!

En estos 26 años han pasado por nuestras aulas centenares de alumnos y alumnas que han dejado su huella en nuestras aulas pero también en nuestros corazones.

Este nuevo curso 2020-21, se presenta con un plus de dificultad, puesto que nace en medio de una Pandemia mundial y por lo tanto exigirá que saquemos de nuestro interior todos los recursos habidos y por haber e incluso recurrir a habilidades innatas que quizás ni tan siquiera sabemos aún que poseemos. Alumnos/as, profesoras/es, y todas las personas que cuidamos de la escuela y de toda su comunidad educativa, estamos llamados a mostrar la mejor versión de nosotros mismos.

Empuje, resiliencia, empatía, solidaridad, comprensión, generosidad, responsabilidad, y una buena dosis de positivismo. Todo ello nos servirá para, dentro del horror del momento que vivimos, lograr superar la situación con cierta mesura y afrontarla con respeto pero a la vez con valentía.

En lo malo, siempre hay que tratar de buscar lo positivo que en ello se pueda esconder, por mínimo que sea. Aprovechar cualquier resquicio que haya o la más pequeña oportunidad de encontrarlo. Por eso ahora, aquí en Ecore, disfrutamos de nuestras clases de Restauración de Muebles, de Arte o de Patrimonio como nunca.

Trabajamos siguiendo con estricta observancia todas las normativas y disposiciones dictadas por la Conselleria de Sanitat y por la de Ensenyament a fin de evitar posibles contagios.

Y, aún así, a pesar de la incomodidad que supone cumplir con todas estas medidas, para nuestros alumnos, sigue siendo una actividad plenamente estimulante y enriquecedora. Un auténtico lujo para los tiempos que corren…

Esperamos poder celebrar muchos más aniversarios y, si puede ser, mejores que el de este 2020. Gracias a toda la comunidad ECORE por su inestimable apoyo.

Mª Rosa Garcia Bernet

Directora de Ecore

Elaboración de ceras artesanales, adecuación de masillas, aplicación de tintes, barnices y diversos acabados, chapados e injertos en chapa.  Los alumnos en clase,  fabrican algunos de los materiales con los que van a realizar los procesos de Restauración.  Así además de saber cómo aplicarlos, aprenden de qué están hechos, conocen sus propiedades y sus múltiples posibilidades de uso.

Esta vez, nos ha llegado una de esas piezas que sorprenden tanto por su variedad matérica, delicadeza de ejecución como por su finura y encanto. Se trata de un abanico cantonés del S.XIX de las «mil caras» (el más exportado de la ciudad de Cantón, al sur de China, en esa época). Con el fin de poder atender a la demanda, abaratan costes utilizando materiales como hueso, madera o papel impreso.

Es un abanico del tipo plegable, de medidas 50 cm ancho x 27,8 cm alto cuando se encuentra abierto. Las varillas presentan una longitud de 28 cm y los ribetes tienen 2,5 cm de anchura y 12 cm de longitud. Presenta doble país de papel. El varillaje es de 13 varillas de hueso calados a máquina con sencillas decoraciones y dos guardas con una alma de estaño. El clavillo es de cobre y está remachado. Presenta la misma decoración tanto al anverso como en el reverso, personajes cortesanos,  de colores vivos, inscritos en una arquitectura de terrazas sencilla rodeada de paisaje. Los personajes presentan unas vestimentas hechas de aplicaciones de tejido de seda encolados y los rostros sobre aplicaciones de marfil pintadas con gran detalle. Rodeando la figuración hay un marco ornamental con motivos vegetales y carpas representan símbolos budistas y taoístas de la buena suerte y abundancia.

En general se encuentra en buen estado de conservación aunque presenta algunas degradaciones graves como rasgados y pérdidas en el papel del país a causa de la fricción con las fuentes desencoladas. Mediante el examen de luz rasante se observan los pliegues naturales del abanico y se determina que los ribetes intermedios han perdido su apresto, a consecuencia de su manipulación a lo largo del tiempo, así como los rasgados de la parte superior de los ribetes, evidenciados con el examen de luz transmitida. El examen con luz Ultravioleta demuestra que no hay añadidos (repintes, barnices, etc.) pero que las varillas centrales  han debilitado los ribetes a los que soporta, intuyéndose su volumen a través del papel. Por último el análisis de microscopia óptica de una muestra del tejido de los trajes de los personajes ha determinado que se trata de seda y confirma que las varillas son de hueso.

  Detalle del país desencolado.

Detalle de varilla partida que ha ocasionado rotura del papel del país.

Desgastes y roturas.

Detalle de lsa caras de marfil adheridas y de los tejidos de seda

en los ropajes adheridos vistos con luz rasante.

Detalle del hueso de las varillas.

Muestra de hilo de seda a 100X

El abanico, debe relacionarse necesariamente al fenómeno del Japonismo en Europa. A mediados de siglo XIX, Japón abre fronteras permitiendo un intercambio comercial con otras naciones, lo que propició el conocimiento y difusión del arte nipón en Europa, donde tuvo una fuerte repercusión en las vanguardias que allí se estaban desarrollando, expandiéndose al resto de las artes. Incluyéndose en este fenómeno, cualquier referencia iconográfica o estética proveniente de cualquier lugar del Oriente asiático.

Las exposiciones de Londres 1862 o París de 1867 serían grandes difusores de este arte y el gusto y estilismo japonés que terminó contagiando la obra de grandes artistas europeos coetáneos como Vincent Van Gogh o Henri de Toulouse-Lautrec. Este gusto por el arte nipón también encontró su expresión en objetos de lujo de uso cotidiano que la clase burguesa aprestaba a coleccionar. El principal epicentro de Japonismo fue París y se extendió por todo el continente europeo llegando a España a finales del siglo XIX.

Cabe destacar Barcelona como principal motor de Japonismo consecuencia de su apertura hacia Europa, de su importante industria gráfica modernista así como de la Exposición Universal de 1888 que dio una fuerte impulso a la promoción de la tendencias artísticas y culturales.Así, el abanico formaría parte del gran número de piezas que se importaron en Europa, desde China y Japón durante la segunda mitad de siglo XIX, debido a la fiebre del coleccionismo burgués de objetos de gusto oriental.

A lo largo del curso, nos llegan al taller multitud de piezas muy interesantes. En esta ocasión queremos hablaros de un caso único y muy emocionante: la restauración de un fabuloso tejido copto, datado entre los siglos IV y VIII dC. Tuve el honor de tener en mis manos este delicado testimonio que a medida que me permitía trabajar con él, me desvelaba su historia.

Los tejidos coptos ofrecen testimonio directo sobre las formas de vestir, el arreglo de interiores y ornamentos litúrgicos de la época. Los coptos son los cristianos que habitaron en tierras egipcias cuando esta religión se impuso en esa zona en el siglo IV. Por este motivo, no eshasta entonces que aparecen tejidos con iconografía cristiana.

Este tejido en concreto, se trata de un medallón de lana teñida y elaborada con un sencillo ligamento de tafetán. Presenta la figura de Cristo en el centro y, alrededor, dos o más símbolos coptos vegetales y animales como el pez: uno de los símbolos más importantes de los primeros cristianos.

La lana y la torsión de los hilos en forma de “S” que presenta este ejemplar,  eran característicos de la región de Egipto. En las zonas limítrofes a Egipto, como Oriente Próximo o Grecia, la torsión habitual es en “Z”.

El tejido estaba adherido con engrudo natural sobre una tela de sarga y sobre un cartón. El engrudo natural, posiblemente de harina, había traspasado el tejido copto, por lo que estaba lleno de manchas blancas y las fibras impregnadas resultaban rígidas, ácidas y quebradizas.

El tejido presentaba acidez transmitida por el soporte de cartón, oxidación de las fibras, multitud de desgarros y modificaciones en el montaje de los fragmentos, polvo y suciedad superficial carbonatada.

Se retiró mecánicamente el tejido original de la tela a la que estaba adherido. Después de realizar pruebas de solubilidad en todos los colores y se comprobó la resistencia de los hilos, se retiró la parte más superficial del engrudo mecánicamente.

Para el engrudo atrapado entre las fibras, se optó por compresas de enzima amilasa que rompen las moléculas de almidón y facilitan su limpieza, sosteniendo el tejido mediante alfileres y agujas de acupuntura.

Se realizaron varias limpiezas por capilaridad mediante papeles secantes para retirar la suciedad superficial.

Para la presentación final, se optó por coser el tejido mediante hilos de seda en un fondo de tela de lino en color neutro.

Dado que la pieza es de madera maciza de nogal, había incoherencia estética entre el material del contrachapado de roble, que presentaba un color poco oxidado, en comparación a la antigüedad de la pieza y el color del nogal.

Además observando el reverso del asiento, se veía un anverso de azulejo y la presencia de antiguas restauraciones, por lo que todo indicaba que el contrachapado era un añadido posterior.

Al extraer el contrachapado, descubrimos una baldosa pintada a mano de edición limitada de la fábrica inglesa “Minton” en excelente estado de conservación. Durante los años 20, el diseñador J. Moyr Smith creó una serie que representaban escenas de las novela de Sir Walter Scott, “Fair Maid of Perth”, en concreto la escena “Bonthron acusa a Rothsay”.

Estos azulejos incrementan el valor de la pieza ya que sólo el azulejo, está tasado por un valor de 235€ en el mercado de anticuarios.

El perímetro del azulejo, presentaba restos de chapa. Durante la restauración se ha optado por reintegrar la chapa de nogal restituyendo así la imagen original de la banqueta.

Los alumnos de la escuela, realizaron prácticas de restauración de mueble.